19 de enero de 2021 por Eduard Moreno – emoreno@eduardmoreno.com
Cuando te enfrentas a vientos en contra, el barco pierde potencia, las velas no tienen el viento que necesitan para rendir, y las decisiones han de ser tomadas… si no decides rápidamente, estás simplemente a la deriva.
No se trata únicamente sobre qué decisión tomar para enfrentarte a los vientos en contra que afrontas por el camino, sino también sobre qué rápido serás en tomar tus decisiones y ponerlas en práctica. Cuanto más rápido decidas, más rápido volverás a estar de vuelta rumbo a tu destino. La toma de decisiones es una habilidad importante, así como lo es acortar el tiempo entre acción y reacción. Así que, vamos a focalizarnos en esta segunda habilidad en este artículo.
Los últimos tiempos han sido algo turbulentos. Durante los últimos meses, hemos pasado por momentos que a veces parecían buenos, pero que de repente todo cambia hacia situaciones más crudas y duras. Hay mucha incertidumbre en todo ello, y aunque a veces podemos predecir un poco, desafortunadamente no siempre tenemos la oportunidad.
Las recientes semanas y meses han sido realmente difíciles para muchos empleados y empresas. Despidos y reestructuraciones parecen haber inundado las noticias un día tras otro. Pequeñas empresas, grandes multinacionales, empresas tradicionales, startups… Muchas de ellas parecen ser impactadas.
No es la primera, y definitivamente no será la última vez que oímos acerca de “vientos en contra” en los medios de comunicación, y por lo que parece, encarar vientos en contra no tiene muchas ventajas.
Desde la perspectiva de navegación a vela, encarar vientos en contra no aporta muchos beneficios tampoco. Básicamente, cuando navegas en un barco de vela, el viento es tu principal fuente de energía, pero únicamente puedes utilizar la fuerza del viento cuando el ángulo de la dirección del viento y la dirección de tu barco es aproximadamente 45º o superior. Ángulos algo más pequeños pueden ser navegados con gran experiencia y mucha técnica, sin embargo, en la mayoría de situaciones cuando el ángulo es inferior a 45º el barco pierde velocidad. Con el viento literalmente en tu frente, la fuerza del viento no te ayuda sino que incluso se convierte en un obstáculo entre tú y tu destino. Vientos en contra tienden a empujar la embarcación hacia atrás en lugar de hacia adelante, crean inestabilidad e incluso en ocasiones generan ciertos niveles de incertidumbre a bordo, ya que podemos llegar a perder el control de la embarcación, cosa que no es muy apropiada.
Sin embargo, los vientos en contra no son razón para simplemente cambiar de destino o abandonar nuestra empresa. Hay varias cosas que debemos tener muy presente para ser capaces de manejar dichas situaciones, y así volver a orientarnos vuelta a rumbo utilizando esos maravillosos 270º siempre disponibles que nos permitirán retomar de nuevo la energía y fuerza que el viento nos ofrece para empujarnos hacia adelante. Aquí algunas importantes a tener siempre presente:
- el viento cambia.
- a veces podemos predecir cuando sucederá, otras veces no.
- siempre existen distintas técnicas para manejarnos en cada tipo de situación.
Tu foco
En nuestras vidas podemos encontrarnos en distintas situaciones encarando vientos en contra, ya sea en nuestro entorno personal o profesional.
Hay dos puntos clave para focalizarse cuando ello sucede:
- en lo que tú puedes influir y sobre lo que tienes control, en lugar de focalizarse en lo que no se puede ni cambiar ni controlar.
- reaccionar tan rápido como puedas, para volver lo antes posible al camino planeado.
Todavía recuerdo lo bajo de moral que estuve durante meses, cuando tras esforzarme duramente en la universidad muchos años atrás, una enorme recesión impactó a toda la economía, y no había un simple trabajo al que acceder relacionado con la profesión en la que durante tantos años me había estado preparando y que tanto disfrutaba por aquel entonces, la arquitectura y el sector de la construcción. Una profesión en la que durante muchos años había soñado en dedicarme. “No es justo, no es justo para nada”, mi mente me decía una vez tras otra, a la vez que mis venas rebosaban de frustración y angustia. Aquella fue definitivamente, una de las veces que me enfrenté a vientos en contra durante mi carrera profesional, y no sabía lo que ello significaba, ni siquiera que existiera tal concepto.
La realidad es que no había nada que yo pudiera hacer para cambiar la situación excepto trabajar en lo que era mi zona de influencia, y controlar mis pensamientos, para mantenerme alejado de sucumbir ante el lamento de los hechos ocurridos en el sector de la construcción, mi zona de interés. No sabía nada de ello por aquel entonces. No era consciente de que trabajar en recuperarse de esas inesperadas situaciones era algo que me ayudaría mucho en el futuro, ahora el presente. Y ahora, además sé que acortar el tiempo entre acción y reacción – estímulo y respuesta, llámale como quieras – me ayudará enormemente para volver a ponerme en pie de nuevo, para así apuntar a cualquiera que sea mi objetivo.
Acortar el tiempo entre acción y reacción, te ayudará enormemente para volver a ponerte en pie de nuevo, y así apuntar a lo que desees.
Tu destino
Como cuando estás en alta mar, tu destino juega un papel importante aquí también. Saber hacia dónde te diriges te ayudará a averiguar cuál es la mejor decisión a tomar cuando las cosas se tuercen. Y lo rápido que seas en tomar esas decisiones, marcarán la diferencia para ponernos en pie de vuelta y seguir rindiendo de nuevo.
Existen distintas citas acerca de la relación entre el destino y el viaje, que realmente me gustan para el caso que nos ocupa. Permíteme compartir dos de ellas contigo:
“Si no sabes hacia dónde te diriges, cualquier ruta te llevará a tu destino”
Traducción del inglés. lewis carrol, matemático inglés y autor de alicia en el país de las maravillas.
“Si no tienes un destino, nunca llegarás a él”
Traducción del Inglés. Harvey Mackay, American businessman, siete veces best-selling autor en New York Times, con dos libros entre el Top 15 de los libros de negocios más vendidos.
Mi foco está a mitad de camino entre las dos citas comentadas previamente. Si no tienes un destino, podrías acabar en cualquier sitio. Pero “cualquier sitio” no es necesariamente un buen sitio para ti en el que acabar. Haber definido un plan, ya sea uno bien detallado o simplemente un borrador, te ayudará a retomar rápidamente la ruta que tenías prevista.
Si no tienes un destino, podrías acabar en cualquier sitio. Pero “cualquier sitio” no es necesariamente un buen lugar para ti en el que acabar.
Los “entornos acelerados” (originariamente del inglés conocido como fast-paced environments), son algo a lo que estamos ahora más acostumbrados en nuestras vidas, y en ellos podemos ver con qué rapidez las decisiones son tomadas. Dichas decisiones, no pueden ser tomadas a menos que haya una clara estrategia alineada con un destino u objetivo. Así que, si queremos jugar nuestra partida dentro de los llamados entornos acelerados, tenemos que ser conscientes de cuáles son las reglas del juego, y estar preparados para jugar correctamente nuestras oportunidades.
Autoconocimiento
Cómo gestionas tus emociones es clave para reaccionar rápidamente. Aquí es donde el chimpancé que llevas dentro aparece en escena. Si todavía no has oído hablar de “el chimpancé que llevas dentro”, ahora podría ser un buen momento para echarle un vistazo y encontrar más información acerca de cómo gestionar tu chimpancé. De alguna modo, hay algo en tu cerebro, que a veces no te ayuda a focalizar en el más racional y lógico proceso, y simplemente te mantiene en el lado emocional. A veces, ello puede ser positivo pero en algunos otros casos ello puede no ayudarte para nada.
No se trata de olvidar qué sucedió el día anterior y focalizarse en volver de nuevo a la carga un día tras otro. Necesitamos entendernos a nosotros mismos, identificar nuestras emociones más que nadie, y ser capaces de averiguar cómo hacer frente a ellas a medida que atravesamos esos duros momentos. Me gusta pensar en la combinación de las acciones previamente descritas, lo que podría ser descrito como “auto-compasión”. Tan importante como ser consciente de nosotros mismos y nuestras emociones es tener la habilidad de ayudarnos a focalizar en nuestro siguiente movimiento.
El Proceso de Recuperación
Cada uno puede tener distintas técnicas para cada uno de los estados que un proceso de recuperación podría tener. La clave aquí es identificar cuáles son las técnicas que te ayudan a sentirte mejor y volver de nuevo a la carga, focalizando así más en acciones que en preocupaciones.
Para mi, los últimos meses no han sido los que más haya disfrutado, y algunos días me encontré a mí mismo escuchando de nuevo un podcast que he escuchado docenas de veces – Suerte, ¿qué suerte? – Conferencia de Fernando Botella profesor de EOI. Soy consciente que tras escuchar este podcast siempre me encuentro altamente motivado, y por ello lo tengo en mi lista de obligados, cuando la situación lo requiere.
Escuchar el podcast, no ha sido quizá lo único que me ayudara en esta ocasión, pero es una de “las técnicas” que yo utilizo en mi “proceso de recuperación”. Me ayuda a ser consciente del hecho de que encarar vientos en contra no tiene porqué desviarme completamente de mi ruta planificada. Tal y como sucede cuando navegamos, vientos en contra, tan solo requieren ajustes de rumbo.
Conclusión
Los vientos en contra van a estar siempre ahí fuera. A veces serás capaz de predecir cuando ellos aparecerán, algunas otras no podrás hacerlo. En cada caso, sin embargo, tan rápido como reacciones, tan pronto podrás estar de nuevo encarado a tu destino. Así que, la habilidad de acortar el tiempo entre acción y reacción es una habilidad que siempre utilizarás y que te ayudará a lidiar con tiempos difíciles, ya sea en tu entorno personal o profesional.
Podrías decidir abrir un poco el rumbo para retomar de nuevo el viento en tus velas, o podrías decidir virar para cambiar de dirección a la vez que continúas enfocado en tu objetivo. Al final, es cosa tuya y depende de tu propia estrategia, pero sin duda, la rapidez con qué decidas y actúes influirá en el resultado final.
Navegar aproado al viento es algo que un barco de vela no puede hacer. Sin embargo, navegar de ceñida es una de las mejores experiencias que puedes tener si decides aceptar el reto de gobernar el barco, y estás dispuesto a encarar lo que el mar tiene preparado para ti.
Me gustaría saber un poco más acerca de cómo haces tú para afrontar los vientos que te vas encontrando en tu contra.
¿Cuáles son las técnicas que te ayudan en situaciones difíciles y que podemos aprender de ti?